viernes, 28 de noviembre de 2008

EL DIABLO (Roberto Echavarren, uruguayo)

La experiencia que no tuve
el diablo en el cuerpo
y mientras el cuerpo expiraba en la página
la página tenía cuerpo de mar
un párpado horizonte
el diablo en el piélago
y mientras yo escribía el pliego
el diablo se desplegaba
y mientras el diablo navegaba
yo lo seguía en mi bote de papel
pero yo no sabía qué era el diablo,
más bien el diablo estaba en otro lado
y yo no conocía ese lado

Un secreto se bebe
sin oír las palabras

y ahora ¿qué haré
sino callar esta barbacana

y calificar de precario
un cruzamiento
de personajes desparejos?

A ojos vista se acoplan jumentos impares
sin hablar a veces
porque no se conocen sino raramente

cada cual aporta un vestigio de vida,

a su hora y todos juntos
estos particulares inconexos enredados

salvo que uno se detenga un minuto más,
salvo que uno quiera filtrar más que flirteo

y en la encrucijada se pregunte:
¿hasta dónde y hasta cuándo doy pistola?

El genio está encerrado en la botella
pero la materia se pervierte
allí dentro

De hecho se diría que uno apenas llega a cumplir once años

viernes, 21 de noviembre de 2008

ELECTROSHOCKS (Daniel Rojas Pachas, chileno)

Fotogramas interdictos,
sonoras teclas de una máquina,
eléctrica galería.
Grama de tubos grises,
encierro y verdades a medias…
Con shocks sobre el cuerpo
y la radio encendida,
al ritmo del tiempo,
al compás de los dedos
y las teclas,
proscritas señales, desde la oculta frecuencia.
Esta es-fera
inter-fiera, nimia,
con sonido de hombres
con sonante de eriales y hembras escorpiones
El acordeón solar;
Sigue rugiendo.

YA NO QUISIERA CANTAR (Humberto Garza, mexicano)

Ya no quisiera cantar
porque mi voz ha dejado
un rastro de sombra negra
en el blancor de tu paño.
Por ti me volví poeta,
por ti recorrió sonámbulo
y en total desequilibrio
el trote de mi caballo.

Aquella luz mañanera
que se despertó llorando
sobre encendidos claveles
y delicados geranios;
era tu rostro, y el brillo
de las alas de tus pájaros
batiéndose en maceteros
de rojo y blanco pintados.

Hoy es historia pasada
de algo que vivió en mis campos,
de algo que vibró en mis cuerdas
al soplar vientos helados.

Ya no quisiera cantar,
los mástiles de mis barcos
no pasearán sobre el verde
de tus inmensos océanos.
Mis peregrinos tampoco
harán caso a los badajos
que pegan sobre los bronces
de tus campanarios altos.
La luz de mi plenilunio
al caer sobre tus lagos
ignorará los rumores
del ruiseñor y sus cantos.

Aspirarás la fragancia
en las flores de amaranto,
y al entrecerrar los ojos
comprenderás que te falto.
En tus pétalos rosados,
por lluvias ¡Ajados tanto!
Se reflejará el recuerdo
de mi evidente quebranto;
y dirás: -Ferviente amigo
¡Ven a mí, te estoy llamando!
Hoy los pies de mi memoria
quieren de tu césped blando.
¡Ven a mí, ferviente amigo!
¡Ven a mí, te estoy llamando!
Quiero desandar caminos
que hoy estaba recordando-.

Yo estaré lanzando redes
en relinchos de caballos,
con escalofríos inmensos
y los ojos extasiados.
Yo estaré soñando yeguas
de respiros agitados,
sufriendo de blancas lunas
los enfermos rayos claros.
El martirio de tu ausencia
traeará sabor amargo;
y el brillo de tu memoria
como un astro ya apagado
no perturbará jamás
mi ser desequilibrado.

LEJOS DE LA TIERRA (Samantha Berger, peruana)

Contemplé tanto la belleza
Que mi visión le pertenece
Kostantinos Kavafis

Súbitamente descubro en tu cuerpo mis líneas,
como el reflejo silencioso de una imagen delirante
como el susurro suplicante de palabras sofocadas
súbitamente
te propongo absoluta,
y redundando,
rindo culto a los murmullos de una estrella sumergida

Mujer terrestre
Mujer museo
Mujer delirio

Mujer estruendo

Desde estos nardos desvalidos te propongo imperturbable,
tan levemente develada
que te respiro cuando surges,
tan levemente resurgiendo
que te respiro cuando emerges
cuando te sueñas
imperfecta y sugerida

disonante nínfula de acero.

LOS ARQUITECTOS DE LA MUERTE (José Martínez Fernández, chileno)

HAN ASCENDIDO A LA LUZ DE TUS OJOS
LOS QUE CONSTRUIRÁN TU CUERPO EN INERCIA
PARA SER REPOSADO EN LA TIERRA.

ESTOY VIÉNDOLOS.
EN TUS NIÑAS SE MECEN LOS ÚLTIMOS SILBIDOS.

LOS ARQUITECTOS DE LA MUERTE
SUBIRÁN TU HERMOSURA A LOS CIELOS
Y ASÍ COMO UNA GIGANTE COPA
TE DERRAMARÁN EN LA ARENA ENTONANDO AROMAS.

SERÁS UNA PIEDRA HUESUDA
FLOTANDO EN LOS MARES DEL OLVIDO
CUANDO YO ESTÉ SEPULTADO
JUNTO A LOS TALLOS DE LAS PLANTAS.

LLANTO SE DERRAMARÁ EN LOS MÁRMOLES.
LOS MAUSOLEOS DE SANGRE
CONTINUARÁN ORDENANDO EL SILENCIO GRAVE.

ASÍ, AHORA, COMO LOS ARQUITECTOS DE LA MUERTE
FLORECEN EN EL NIDO DE TUS PUPILAS,
ASÍ UN DÍA LEJANO CORONADO DE CANCIONES
LOS ARQUITECTOS DE LA VIDA
CONSTRUYERON TU COPA CON FLORES.

TE IRÁS ENTRE EL SILENCIO Y EL LLANTO,
PERO EN MÍ, ABEJA EN PERFUME TE VAS A QUEDAR,
FORCEJEANDO EL BIEN ARMADO DOLOR DE TU RECUERDO.

martes, 18 de noviembre de 2008

SE JUNTAN DESNUDOS (Jorge Gaitán Durán, colombiano)

Dos cuerpos que se juntan desnudos
Solos en la ciudad donde habitan los astros
Inventan sin reposo el deseo.
No se ven cuando se aman, bellos
O atroces arden como dos mundos
Que una vez cada mil años se cruzan en el cielo.
Sólo en la palabra, luna inútil, miramos
Como nuestros cuerpos son cuando se abrazan,
Se penetran, escupen, sangran, rocas que se destrozan,
Estrellas enemigas, imperios que se afrentan.
Se acarician efímeros entre mil soles
Que se despedazan, se besan hasta el fondo,
Saltan como dos delfines blancos en el día,
Pasan como un solo incendio por la noche.

sábado, 1 de noviembre de 2008

EL AMOR (Óscar Cerruto, boliviano)

COMO UN VINO DE GUERRA LA TARDE
SE NOS BRINDA
Y EN LO ALTO CANTA LA ALONDRA.
¿PARA QUÉ MÁS?
LA ALONDRA EN LO ALTO
Y AQUÍ ABAJO DOS COPAS
COLMADAS POR UN VINO DE GUERRA.
A QUÉ INQUIRIR SIN CAUSA
LOS NÚMEROS DEL CIELO
SI TU PIEL DESAFÍA
SU IMPERIO DE AMAPOLAS
SI EN LA AZULADA SOMBRA
LECHO DE AMOR
TU LABIO SOLICITA
EL SELLO QUE DEVORA.
ACERBO EL AIRE PASA
SOBRE TU VIENTRE SIENTES
SU ALADO FUEGO Y ES MI MANO
LA QUE PULSA LA DICHA
Y HACE CANTAR EL ORO DEL VERANO.