sábado, 26 de octubre de 2013

ULTERIORES INSTRUCCIONES (Ezra Pound, norteamericano)


VAMOS, cantos míos, expresemos nuestras más bajas pasiones,
expresemos nuestras envidia por los hombres con empleo
permanente y ninguna preocupación por el futuro.

Sois muy ociosos, cantos míos,
temo que vais a acabar mal.

Os plantáis por las calles.
Haraganeáis en las esquinas y en las paradas de los autobuses,
no hacéis nada del todo.
Ni siquiera expresáis nuestras noble cualidades internas;
acabaréis muy mal.

¿Y yo? Me he vuelto medio loco.
Tanto os he hablado que casi ya os veo alrededor mío,
¡insolentes bestezuelas! ¡Sinvergüenzas! ¡Faltas de atavío!

Pero tú, canto, el más nuevo de todos,
aún no tienes edad para haber hecho mucho daño.
Te conseguiré una casaca verde en China
con dragones bordados en ella.
Te conseguiré los calzones de seda escarlata
de la estatua del Niño Jesús en Santa María Novella;
no vaya a se que digan que no tengo gusto
o que no hay sangre azul en la familia.

sábado, 12 de octubre de 2013

BAJO MIS MANOS CRECE (Jaime Sabines, mexicano)


      Bajo mis manos crece, dulce, todas las noches.
      Tu vientre manso, suave, infinito.
      Bajo mis manos que pasan y repasan midiéndolo, besándolo;
      Bajo mis ojos que lo quedan viendo toda la noche.
      Me doy cuenta de que tus pechos crecen también,
      Llenos de ti, redondos y cayendo.
      Tú tienes algo. Ríes, miras distinto, lejos.
      Mi hijo te está haciendo más dulce, te hace frágil.
      Suenas como la pata de la paloma al quebrarse.
      Guardadora, te amparo contra todos los fantasmas;
      Te abrazo para que madures en paz.

miércoles, 2 de octubre de 2013

NO TENGAS NADA EN LAS MANOS (Fernando Pessoa, portugués)


      No tengas nada en las manos
      Ni una memoria en el alma,
      Que -cuando un día tus manos
      Pongan el óbolo último,
      Cuando las manos te abran-,
      Nada se te caiga de ellas.
      ¿Qué trono te quieren dar
      Que Átropos no te lo quite?
      ¿Qué laurel que no se mustie
      En los arbitrios de Minos?
      ¿Qué horas que no te conviertan
      En la estatua de sombra?
      ¿Que serás cuando, de noche,
      Estés al fin del camino?
      Coge las flores, mas déjalas luego
      Caer, apenas miradas.
      Al sol siéntate. Y abdica
      Para ser el rey de ti mismo.