sábado, 25 de abril de 2009

LETANÍA A JAVIER HERAUD (Julio Carmona, peruano)

Ay, Javier de las cortas primaveras,
francamente
no he podido,
no he tenido valor
para llorarte. Tú comprendes,
altísimo gorrión, ay, río inagotable.

No te puedo mirar
en mis paredes [todas
las llenas: tu retrato vigila
mis poemas], repito: no te puedo tener
ante mi vida, sin tu sangre quemándome
la angustia, el amor, la rebeldía... Y...
ya ves, cuando quiero llorar
tus aguas rotas, te siento
en mi guitarra; siento
que me impones
su silencio desgarrado
y unas ganas enormes de seguirte
o de odiar
[mejor: seguir odiando todavía]
las gorras y las botas y
su correo negro
que vaciaron tus aguas
a ese río
de ti inagotable.

Me ha sucedido siempre,
Javier de eternas alboradas,
siempre que tu presencia
me renace en el pecho,
en la camisa,
en el sol
que voy tragándome sin asco...

Lo sé y te pido
perdón, hermano mío,
por no poder llorarte todavía,
por no poder decirte:
Camarada,
'Las montañas,
los pájaros
y el mar
para siempre nos
pertenecen.'

miércoles, 22 de abril de 2009

EN LA DOLIENTE SOLEDAD DEL DOMINGO... (Gioconda Belli, nicaragüense)

Aquí estoy,
desnuda,
sobre las sábanas solitarias
de esta cama donde te deseo.

Veo mi cuerpo,
liso y rosado en el espejo,
mi cuerpo
que fue ávido territorio de tus besos;
este cuerpo lleno de recuerdos
de tu desbordada pasión
sobre el que peleaste sudorosas batallas
en largas noches de quejidos y risas
y ruidos de mis cuevas interiores.

Veo mis pechos
que acomodabas sonriendo
en la palma de tu mano,
que apretabas como pájaros pequeños
en tus jaulas de cinco barrotes,
mientras una flor se me encendía
y paraba su dura corola
contra tu carne dulce.

Veo mis piernas,
largas y lentas conocedoras de tus caricias,
que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes
para abrirte el sendero de la perdición
hacia mi mismo centro,
y la suave vegetación del monte
donde urdiste sordos combates
coronados de gozo,
anunciados por descargas de fusilerías
y truenos primitivos.

Me veo y no me estoy viendo,
es un espejo de vos el que se extiende doliente
sobre esta soledad de domingo,
un espejo rosado,
un molde hueco buscando su otro hemisferio.

Llueve copiosamente
sobre mi cara
y sólo pienso en tu lejano amor
mientras cobijo
con todas mis fuerzas,
la esperanza.

viernes, 17 de abril de 2009

NADA (Idalia Robles Suárez, puertorriqueña)

Soy nada,
eso soy.
Nada me define,
absoluta.
Puta mujer enamorada,
sombra que agoniza
en la noche sin luna,
nada soy,
eso, nada.
Nada en la alborada,
en el rocío de la mañana
despuntada.
Única,
insoluble,
bruja de tus madrugadas.
Nada,
eso soy,
sólo un sueño que duermes,
el deseo que martilla,
y no reconoces.

Nada, sólo eso
Nada en vos,
Utopía de las vírgenes,
El almíbar de noches mojadas
Al final, nada,
La nada de ciegas caricias,
Nada, en el sudor de tus sabanas.
Nada soy
(Sin embargo
mi nada es tu todo
y sin mí,
eres nada.)
Quizás,
esta nada mía
es sombra de tu todo,
y sin mí
extinta nada apasionada
dejaras de ser todo siendo el vago recuerdo de la nada.

viernes, 10 de abril de 2009

ORACIÓN DE UN DESOCUPADO (Juan Gelman, argentino)

Padre,
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.

Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello
por que no puedo más, tengo riñones
y soy un hombre,
bájate, qué han hecho
de tu criatura, Padre?
un animal furioso
que mastica la piedra de la calle?

sábado, 4 de abril de 2009

DIÁLOGO DE CHILE (Raúl Zurita, chileno)

Verás un mar de piedras
Verás margaritas en el mar
Verás un Dios de hambre
Verás el hambre
Verás figuras como flores
Verás un desierto
Verás el mar en el desierto
Verás tu odio
Verás un país de sed
Verás acantilados de agua
Verás nombres en fuga
Verás la sed
Verás amores en fuga
Verás el poco amor
Verás flores como piedras
Verás sus ojos en fuga
Verás cumbres
Verás margaritas en las cumbres
Verás un día blanco
Verás que se va
Verás no ver
Y llorarás