sábado, 5 de diciembre de 2015

La puta de Barcelona (Pierre-Jean Jouve, francés)

Atrévete a seguirme tras las puertas crujientes

Donde basta la espina ardiente de unos ojos
La caverna morena con olor de volcán
Te aguarda entre mis piernas

Yo soy la comulgante de los cabellos negros
La mirada inhumana los soles atontados
Bajo un hombre crucé veinte veces el mar
La abundancia del mar el azul los reflejos

Tu miembro de esplendor mis pechos de dolor
La mirada rendida bajo una boca ornada
Tales son mis placeres mis vientos mis angustias.

Una sombra te guarda el mundo te resguarda
¡Cliente! Nosotros dos espantados en uno
Por una vez vencemos la negra eternidad.

(Matière céleste, 1937.)

lunes, 16 de noviembre de 2015

JORNADA (Carlos Vitale, argentino)

Tú, de pie, desnuda en la penumbra.

Tu espalda es el arco del conocimiento.

Desde la cama, observo y espero.

Cuando te vuelvas me dirás quién soy.

Sin otra luz que mi deseo.

jueves, 22 de octubre de 2015

LIDIA (José G. Martínez Fernández, chileno)

  
       
                                        (A Lidia Hortensia Pepe Victoriano,
                                         fallecida trágicamente, el 22 de octubre
                                         de 1967)

Yo soy el enamorado perpetuo de Lidia.
 
Yo voy al cementerio desde hace casi medio siglo.
 
La saludo, le digo: ¿Cómo estás, hermosa?
 
Toco suave -como con mano de lana- su lápida.
Ojalá sus huesos me saluden, ojalá su blancura me ilumine.
 
Me siento frente a su tumba
para contemplar lo que sería una puerta luminosa.
 
Yo recuerdo a Lidia vestida de colegiala.
 
Era tan bella que describirla sería un suplicio.
 
Mis ojos vuelan velozmente a su nombre
en el cristal de su lápida y las flores que la rodean.
 
Éramos niños cuando Lidia se fue de este espacio
bajo las ruedas de un camión.
 
Ella no me quería, ya lo sé.
 
El único fantasista de este amor fui yo.
 
Y soy feliz, enormemente, cuando toco su lápida
y le digo: ¿Cómo estás, hermosa?
 
Al fin de cuentas ella ya no puede huir de mí.


NOTA: Hoy, 22 de octubre de 2015, se cumplen cuarenta y ocho años de la muerte de Lidia. Es éste mi recuerdo para que Lidia siga en el recuerdo de muchas personas.

martes, 6 de octubre de 2015

ERASMO DE ROTTERDAM (Reiner Kunze, alemán)


Él sabía lo que saben los puentes: unen
sobre el agua lo que bajo el agua
está unido

Mas una orilla fue ciénaga,
la otra fuego


lunes, 28 de septiembre de 2015

AUTOPLAGIO (Jorge Boccanera, argentino)


Latigazos de sombra desordenan tu cuerpo,
en la fotografía donde te estoy pensando,
y soy el extranjero que descubrió tu rostro
y se animó a escribirlo, que era como besarlo.

lunes, 17 de agosto de 2015

ORFEO REVISITADO (Ignacio Ruiz Pérez, mexicano)



Yo avanzo y no encuentro más que vacío,
ruinas de una ciudad en llamas

todo pasa en mi memoria:
el claro envés de la tarde, el tibio silencio, 
las palabras no proferidas…

yo soy en medio de los restos
y aunque descubro los contornos 
de edificios, muros y parques,
a veces, sólo a veces, 
consigo adivinar su nombre

una imagen enciende mis ojos,
el silencio se aclara y deja pasar el sol
pero pronto un anuncio de borrasca
deslíe la frase y retorna la noche

yo soy mudo porque mi lengua 
se enreda en las cosas;
también soy ciego porque aun con la luz encendida
mi paso es lento y torpe mi vigilia

sólo cuando desvío la mirada 
se enciende mi pensamiento
y vuelvo a ver los edificios, los muros 
y los parques de la ciudad en llamas.

 

domingo, 12 de julio de 2015

A MI LADO, SIEMPRE (José G. Martínez Fernández, chileno)

 (A mi prima Delia Cristina García Fernández)

Tú creías en el cielo.
Si existe allí has de estar.
Yo no creo, prima linda,
en ese espacio peculiar:
¿Tendrá estrellas decoradas
para una mujer maravillosa como tú?
Yo creo en tu noble corazón,
en tu infinita luz de fuego,
tocándome el pecho...
con tanta explosión de luces.
Yo aún te siento cercana
como si nadie hubiese apagado tus flores
que rebrotan como astros
presentes en tus manos.
Yo te hablo.
Tú no me escuchas.
Aún te lloro, prima.
El llanto es una gota terrenal.
Ahora no tengo a quien contarle mis penas
mis éxitos
mis haceres.
Yo te hago este poema
para que tengas un poquito de vida.
Y así, prima hermosa,
conversarte algo, poquito,
aunque tú eres toda de silencio.

(Este poema pertenece a mi libro de poemas HOJAS DIVERSAS DE LA VIDA Y DE LA MUERTE, publicado en mayo de este año. Este texto encabeza la lista de todos los poemas que van en el señalado libro. Mi prima Delia falleció el 30 de octubre del año pasado. Ella había nacido, precisamente, en un mes de mayo. De allí la fecha de edición de la obra. El libro está -también- dedicado- en forma total a ella).

jueves, 18 de junio de 2015

LOS ANTEPASADOS (Renata Giambene, italiana)



Cada día la astuta contrabandista
alza el látigo y azota
verdades apenas relampagueantes.

Los antepasados sintieron el mal y el bien
aún húmedos en verdes envoltorios
y cada uno
confió al otro el mensaje
creación, amor, violencia
resistencia —
recomencemos de donde en el pinar los antepasados
descubrieron blandas huellas
de liebres y de pájaros
y cada uno
confió al otro la historia
de su origen.

Traducción de Carlos Vitale.

martes, 19 de mayo de 2015

CARTA A UNA EXTRANJERA IMAGINARIA (Porfirio Mamani Macedo, peruano)




Recojo estas palabras del silencio que me abrigan,
en tu ausencia ; hoy cuando camino
por los laberintos que habitan las ciudades.
¿Dónde estarás tú, extranjera, hoy cuando te escribo ?

¡Cómo no imaginarte, lejana y dulce ;
apasionada y triste, por las orillas de este río !
Allá estarás tú, en el extremo de la tierra,
esperando la voz, ésta que te busca entre las gentes.

No son sólo los mares los que dan reflejo
a tus cansado ojos, son también,
los espejismos que cubren los desiertos.
Siento que los vientos australes me alargan tu mira.

En tu mansa cabellera se pierde mi silencio,
hoy cuando llueve inquietudes en mi pecho,
hoy que llevo mi cara de triste caminante ;
mas por allá va una estrella buscando su destino.

Tan lejos están tus pasos de los míos,
tan lejos tu mirada de la mía,
tan fundida va la sombra en la sombra ;
pero los corazones, envueltos de esperanzas, borran inmensidades.

jueves, 16 de abril de 2015

SONETO DE LA PIEDRA (Julia Uceda, española)



He de volver a la extensión callada
donde siempre moré, como una yedra
crispada, sin raíz, con una piedra
como base y también como almohada.

Espera. Mi cintura encadenada
tiene un nardo amarillo que no medra.
Tengo tan dentro ya de mí la piedra
que no siento la carne lastimada.

Espera, espera. Por mi sien doblada
un niño iba durmiendo y ha varado
su sueño por las playas de la muerte.

Como el de una paloma lanceada,
su grito me salió por el costado
trémulo y triste y apretado y fuerte.

viernes, 30 de enero de 2015

LA DIOSA BLANCA (José Emilio Pacheco, mexicano)



Porque sabe cuánto la quiero y cómo hablo de ella en su ausencia,
la nieve vino a despedirme.
Pintó de Brueghel los árboles.
Hizo dibujo de Hosukai el campo sombrío.

Imposible dar gusto a todos.
La nieve que para mí es la diosa, la novia,
Astarté, Diana, la eterna muchacha,
para otros es la enemiga, la bruja, la condenable a la hoguera.
Estorba sus labores y sus ganancias.
La odian por verla tanto y haber crecido con ella.
La relacionan con el sudario y la muerte.

A mis ojos en cambio es la joven vida, la Diosa Blanca
que abre los brazos y nos envuelve por un segundo y se marcha.
Le digo adiós, hasta luego, espero volver a verte algún día.
Adiós, espuma del aire, isla que dura un instante.