viernes, 25 de diciembre de 2009

ALEGRES ÉRAMOS (Elvio Romero, paraguayo)

Usted sabe, señor,
qué alegría colgaba en la floresta;
qué alegría severa
como raigambre sudorosa;
cómo el alegre polvo veraniego
fulguraba en su lámina esplendente,
cómo, ¡qué alegremente andábamos!

¡Qué alegremente andábamos!

Usted sabe, señor,
usted ha visto cómo
la lluvia torrencial sempiterna caía
sobre un textil aroma de bejucos salvajes
y cómo iba dejando con sus pétalos húmedos
su flora resbalosa,
su acuosa florería.

Usted sabe, señor,
cómo los sementales retozaban
hartos de florecer, jubilosos de hartazgo,
con qué poder la noche deponía
su amargura en la altura del rocío
tal como deponía la desdicha
su arma en las arboledas.

Usted sabe qué alegre
aflicción de racimos por las ramas
en frutal arco iris vespertino;
cómo alegres luciérnagas subían
a encender las estrellas,
a conducir azahares que estallaban
como emoción nupcial o lumbraradas.

Usted sabe, señor,
que antes de que aquí se enseñoreara
la pobreza, frunciendo hasta las hojas,
desesperando el aire,
bien sabe, bien conoce
que cualquier miserable aquí podía
fortificar un canto en su garganta,
en su pecho opulento.

(¡Cómo podías reír, muchacha mía!
Juvenil, ¡cómo izabas
una sonrisa fértil como un grano,
cómo te coronaban los jazmines
y cómo yo apuraba
mi vaso de fervor! ¡Qué alegres éramos!)

Antes, antes de la amargura,
antes de que sorbiéramos
un caudaloso cáliz de indigencias boreales,
antes de que amarraran los perfumes,
que en su reverso el sol guardase el hambre,
¡qué alegres caminábamos!

Antes,
antes de que el aura ofendieran,
de arrancar la raíz sangrándole los bulbos,
antes del mayoral, del tiro, antes del látigo,
qué alegría, señor,
¡qué alegremente andábamos!

sábado, 12 de diciembre de 2009

DENTRO DE LA ARMADURA (Ana Rosa Bustamante, chilena)

Muy queda en la esperanza
me detengo,
como si ella fuera un dogma
y yo náufraga de cielos,
o fuera, - creo ahora -,
la armadura,
máscara raída en la batalla.
Dentro de ella fisgoneo a la vida,
por no decir la muerte,
armadura que nos embelesa,
para no verla,
despedazarnos
el cielo con todos sus cuentos.

Una vez el paraíso fue payaso,
respiramos por el ala de una paloma agónica
creyéndola viva,
sin máscara
tomamos la gota que no alcanzó a beber sedienta,
para limpiar el basural,
siempre ave blanca amanecida,
cantamos bajo la sombra de una luna muda,
y hasta hoy cantamos el canto melancólico,
de lo que una vez fue una horrenda herida.

lunes, 30 de noviembre de 2009

CUENTA CONMIGO (Juan Mauricio Muñoz Montejo, peruano)

Si el amor es frustrante,
cuenta conmigo para apedrearlo.

Si tu vida es sórdida,
cuenta conmigo para escupirle.

Si odias a tu prójimo,
cuenta conmigo para asolarlo.

Si aborreces a la Iglesia Católica,
cuenta conmigo para quemarla.

Si el sufrimiento acompañó tu existencia,
cuenta conmigo para alcanzarte.

Si el suicidio ronda tu mente,
cuenta conmigo para viajar al mundo desconocido.

En vocablos habituales,
cuenta conmigo para todo

porque donde seas,
seré yo.

viernes, 27 de noviembre de 2009

A TRABAJOS FORZADOS ME CONDENA (Antonio Gala, español)

A trabajos forzados me condena
mi corazón, del que te di la llave.
No quiero yo tormento que se acabe,
y de acero reclamo mi cadena.

Ni concibe mi mente mayor pena
que libertad sin beso que la trabe,
ni castigo concibe menos grave
que una celda de amor contigo llena.

No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo.

Que ningún juez declare mi inocencia,
porque, en este proceso a largo plazo,
buscaré solamente la sentencia
a cadena perpetua de tu abrazo.

sábado, 21 de noviembre de 2009

BAJO UNA PEQUEÑA ESTRELLA (Wislawa Szymborska, polaca)

Que me disculpe la coincidencia por llamarla necesidad.
Que me disculpe la necesidad, si a pesar de ello me equivoco.
Que no se enoje la felicidad por considerarla mía.
Que me olviden los muertos que apenas si brillan en la memoria.
Que me disculpe el tiempo por el mucho mundo pasado
por alto a cada segundo.
Que me disculpe mi viejo amor por considerar al nuevo
el primero.
Perdonadme, guerras lejanas, por traer flores a casa.
Perdonadme, heridas abiertas, por pincharme en el dedo.
Que me disculpen los que claman desde el abismo el disco
de un minué.
Que me disculpe la gente en las estaciones por el sueño
a las cinco de la mañana.
Perdóname, esperanza acosada, por reírme a veces.
Perdonadme, desiertos, por no correr con una cuchara de agua.
Y tú, gavilán, hace años el mismo, en esta misma jaula,
inmóvil mirando fijamente el mismo punto siempre,
absuélveme, aunque fueras un ave disecada.
Que me disculpe el árbol talado por las cuatro patas de la mesa.
Que me disculpen las grandes preguntas por las pequeñas
respuestas.
Verdad, no me prestes demasiada atención.
Solemnidad, sé magnánima conmigo.
Soporta, misterio de la existencia, que arranque hilos de tu cola.
No me acuses, alma, de poseerte pocas veces.
Que me perdone todo por no poder estar en todas partes.
Que me perdonen todos por no saber ser cada uno de ellos,
cada una de ellas.
Sé que mientras viva nada me justifica
porque yo misma me lo impido.
Habla, no me tomes a mal que tome prestadas palabras patéticas
y que me esfuerce después para que parezcan ligeras.

jueves, 19 de noviembre de 2009

MEMORIA (Dionisio Ridruejo, español)

Y resbaló el amor estremecido
por las mudas orillas de tu ausencia.
La noche se hizo cuerpo de tu esencia
y el campo abierto se plegó vencido.

Un ayer de tus labios en mi oído,
una huella sonora, una cadencia,
hizo flor de latidos tu presencia
en el último borde del olvido.

Viniste sobre un aire de amapolas.
Como suspiros estallando rojos,
bajo el ardor de las estrellas plenas,

los labios avanzaron como olas.
Y sumiso en el sueño de tus ojos
murió el dolor en las floridas venas.

domingo, 15 de noviembre de 2009

POEMA EN FORMA DE MUJER (Camilo José Cela, español)

Ese amor que cada mañana canta
y silba, temeroso, matutino, inútil
(también silba)
bajo las húmedas tejas de los más solitarios corazones
-¡Ave María Purísima!-

y rosas son, o escudos, o pajaritas recién paridas,
te aseguro que escupe, amoroso
(también escupe)
en ese pozo en el que la mirada se sobresalta.
Sabes por donde voy:

tan temeroso
tan tarde ya
(también tan sin objeto).
Y amargas o semiamargas voces que todos oyen
llenos de sentimiento,

no han de ser suficientes para convertirme en ese dichoso,
caracol al que renuncio
(también atentamente).
Un ojo por insignia,
un torpe labio,

y ese pez que navega nuestra sangre.
Los signos de oprobio nacen dulces
(también llenos de luz)
y gentiles.
Eran
-me horroriza decirlo-
muchos los años que volqué en la mar
(también como las venas de tu garganta, teñida de un tímido color).

Eran
-¿por qué me lo preguntas?-

dos las delgadas piernas que devoré.
Quisiera peinar fecundos ríos en la barba
(también acariciarlos)
e inmensas cataratas de lágrimas
sin sosiego,

desearía, lleno de ardor, acunar allí mismo donde nadie se atreve a
levantar la vista.
Un muerto es un concreto
(también se ríe)
pensamiento que hace señas al aire.
La mariposa,

aquella mariposa ruin que se nutría de las más privadas
sensaciones,
vuela y revuela sobre los altos campanarios
(también hollados campanarios)
aún sin saber,
como no sabe nadie,

que ese amor que cada día grita
y gime, temeroso, matutino, inútil
(también gime)
bajo las tibias tejas de los corazones,
es un amor digno de toda lástima.

viernes, 6 de noviembre de 2009

LEO TODAVÍA A LOS POETAS CONTEMPORÁNEOS (Darío Belleza, italiano, 1944-1966)

Leo todavía a los poetas contemporáneos.

Para digerirlos, o no verlos más.

Espero todavía en el baño

o en la cocina descomponer el viejo

cuerpo, cuerpo viejo. Sería hábil

ahora en escribir versos irreprochables,

pero la muerte acucia, nada me interesa

sino su dura lección cerrada

en mi lóbrego cuarto.

No quiero odiar, escribir poemas

de odio visceral. Lo que resta

es árida concurrencia, desleal

pacto con el Mal.

Así huyo de mi mismo, de ti

solapado poeta que te has vuelto

cáncer de inicuas sanciones

morales, entre denuncia impotente

e impotente odio mortal

contra o hacia quien amabas:

el canto, o la herida, o los torvos

consejos, parándome quizás en la avenida

Vittorio en busca de un bolígrafo

para apuntar versos ridículos

infames, hilvanados de ternura.

El amor son cuatro luces (ojos)

que dan vueltas y lo echo todo

a rodar.

viernes, 25 de septiembre de 2009

EQUIDISTANTE (Ivo Basterrechea, cubano)

Equidistante los que siempre
estamos lejos de las guerras
los que no coincidimos
ni en tiempo, ni lugar,
los que nos lamentamos
por los muertos de allá lejos
y que por ajenos
olvidamos, tan pronto,
dejamos de lamentar.
Equidistante
los que hacemos el amor
escuchando a Lennon
mientras haya guerra
y pensamos que eso,
no nos va a pasar.
Equidistante nosotros
los que nos lamentamos
y despedimos año,
embriagados de crisis y consumo
haciendo chin, chin con las copas
mientras miramos las imágenes
de la inocencia mutilada
de la sangre hecha pedazos
y balbuceamos
¡Salud!, para los nuestros.
Equidistante aquellos,
que siempre van a coincidir,
en un punto determinado
y no paran de matar.

domingo, 26 de julio de 2009

OLVIDO (Ramón de Almagro, argentino)

Tú puedes olvidar y los recuerdos
Se pegan a mi piel como un castigo

Tú puedes olvidar, yo sólo vivo
Añorando el querer que se ha perdido

Tú puedes olvidar y en cada noche
Mil vueltas siempre doy buscando olvido

Tú puedes olvidar, cómo quisiera
Olvidar como tú... sin un suspiro.

jueves, 21 de mayo de 2009

CRIMINAL (Henrik Nilsson, sueco) Traducción de Ángela García

La poesía es criminal
No distingue lo tuyo de lo mío
está enmascarada y rompe las cámaras
tiene siempre varias vías de fuga
toma rehenes
siempre peligrosa, siempre en fuga
tiene su arma sin seguro
exasperada no tiene nada que perder
te fuerza a arrodillarte
maldice, prefiere la luz atenuada
es difícil de encontrar, pero siempre te encuentra
tiene dirección en el extranjero
mira siempre al lado
es la fugitiva
la que desaparece siempre por la puerta trasera
La poesía es criminal.

jueves, 14 de mayo de 2009

LA HERIDA DE MI AMOR SANGRA VIOLETA Y SE VUELVE NOCHE (Silvia Favaretto, italiana)

He construido sendas de sueños y suspiros

para que pudieras recorrer

el camino hacia mi centro…

¿Te habrás quizás ahogado en mi última lágrima?

Sólo dime, ¿tengo que buscarte allá afuera en las selvas del mundo

o es en el laberinto de mi ego que te has escondido,

disfrazada de duende?

Desmigajo la consistencia de mi esencia,

me hundo en la pulposa carne uterina

tragada por el recuerdo.

He perdido mis pies.

¿Cómo haré para buscarte en todas las ciudades?

Vagaré afrentada por la gente

que ha odiado nuestro amor,

vagabundearé como un payaso olvidado

hacia nuestro mar.

Sé que estás allá escondida,

en la panza de alguna caracola.

Lo sé porque es así que llegaste a mí.

Yo era dura concha bivalva,

mi coraza protegía

la blanda carne rosácea de mis sentimientos.

Grano de arena, entraste

por el pasaje que te dejé, distraída,

entre las dos valvas.

Tu mundo se volvió perla

en mi regazo.

Desde mi vientre resplandecías

como la estrella más bella.

Cuando tuve que entreabrir al mundo

mi dura coraza,

el mundo te vio tan linda,

que te llevó lejos de mi.

Ya no eres mía.

Eres del mundo.

Y brillas con la misma hermosura.

Mi cáscara te recluía

y te encerraba.

Ahora resplandeces allá afuera

y es lindo pensar que

reflejas la cálida luz del sol

y no sólo

el rosáceo centelleo de mis entrañas.

Pero yo me siento lo que soy o sea

una almeja vaciada de su tesoro y de su amor,

violada en su secreto,

con la carne herida por el cuchillo

que le arrebató su perla,

sola y cansada,

sacudida por las olas del mar

en la ribera.

lunes, 4 de mayo de 2009

ALGUIEN IBA A NACER PERO NO SE ATREVÍA (José Miguel Junco Ezquerra, español)

Sacaba una manita por ver si el nuevo espacio
era algo parecido al refugio en que estaba.
Supo lo que era el frío y volvió a sus dominios.
Después puso el oído y el ruido que escuchaba
era no sólo extraño sino lleno de furia,
agorero funesto de huracanes torcidos,
antesala difusa de una dura batalla.
Sacó el ojo derecho, el ojo más curioso,
para tener un claro retrato de este mundo,
pero quedó impreciso por ser precipitado,
y no le gustó nada ni el color ni la forma.
Con un pie quebradizo pisó sobre la tierra,
y ya no tuvo tiempo de volverlo a su sitio,
ni dar un paso apenas en aquel laberinto.
Por la fosas nasales percibió al mismo tiempo
una tierna fragancia y el olor de la muerte.
Probó por fin el fruto del nuevo paraíso
y allí quedó atrapado sin voluntad alguna
y ya no dependiendo de su propio criterio.

sábado, 25 de abril de 2009

LETANÍA A JAVIER HERAUD (Julio Carmona, peruano)

Ay, Javier de las cortas primaveras,
francamente
no he podido,
no he tenido valor
para llorarte. Tú comprendes,
altísimo gorrión, ay, río inagotable.

No te puedo mirar
en mis paredes [todas
las llenas: tu retrato vigila
mis poemas], repito: no te puedo tener
ante mi vida, sin tu sangre quemándome
la angustia, el amor, la rebeldía... Y...
ya ves, cuando quiero llorar
tus aguas rotas, te siento
en mi guitarra; siento
que me impones
su silencio desgarrado
y unas ganas enormes de seguirte
o de odiar
[mejor: seguir odiando todavía]
las gorras y las botas y
su correo negro
que vaciaron tus aguas
a ese río
de ti inagotable.

Me ha sucedido siempre,
Javier de eternas alboradas,
siempre que tu presencia
me renace en el pecho,
en la camisa,
en el sol
que voy tragándome sin asco...

Lo sé y te pido
perdón, hermano mío,
por no poder llorarte todavía,
por no poder decirte:
Camarada,
'Las montañas,
los pájaros
y el mar
para siempre nos
pertenecen.'

miércoles, 22 de abril de 2009

EN LA DOLIENTE SOLEDAD DEL DOMINGO... (Gioconda Belli, nicaragüense)

Aquí estoy,
desnuda,
sobre las sábanas solitarias
de esta cama donde te deseo.

Veo mi cuerpo,
liso y rosado en el espejo,
mi cuerpo
que fue ávido territorio de tus besos;
este cuerpo lleno de recuerdos
de tu desbordada pasión
sobre el que peleaste sudorosas batallas
en largas noches de quejidos y risas
y ruidos de mis cuevas interiores.

Veo mis pechos
que acomodabas sonriendo
en la palma de tu mano,
que apretabas como pájaros pequeños
en tus jaulas de cinco barrotes,
mientras una flor se me encendía
y paraba su dura corola
contra tu carne dulce.

Veo mis piernas,
largas y lentas conocedoras de tus caricias,
que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes
para abrirte el sendero de la perdición
hacia mi mismo centro,
y la suave vegetación del monte
donde urdiste sordos combates
coronados de gozo,
anunciados por descargas de fusilerías
y truenos primitivos.

Me veo y no me estoy viendo,
es un espejo de vos el que se extiende doliente
sobre esta soledad de domingo,
un espejo rosado,
un molde hueco buscando su otro hemisferio.

Llueve copiosamente
sobre mi cara
y sólo pienso en tu lejano amor
mientras cobijo
con todas mis fuerzas,
la esperanza.

viernes, 17 de abril de 2009

NADA (Idalia Robles Suárez, puertorriqueña)

Soy nada,
eso soy.
Nada me define,
absoluta.
Puta mujer enamorada,
sombra que agoniza
en la noche sin luna,
nada soy,
eso, nada.
Nada en la alborada,
en el rocío de la mañana
despuntada.
Única,
insoluble,
bruja de tus madrugadas.
Nada,
eso soy,
sólo un sueño que duermes,
el deseo que martilla,
y no reconoces.

Nada, sólo eso
Nada en vos,
Utopía de las vírgenes,
El almíbar de noches mojadas
Al final, nada,
La nada de ciegas caricias,
Nada, en el sudor de tus sabanas.
Nada soy
(Sin embargo
mi nada es tu todo
y sin mí,
eres nada.)
Quizás,
esta nada mía
es sombra de tu todo,
y sin mí
extinta nada apasionada
dejaras de ser todo siendo el vago recuerdo de la nada.

viernes, 10 de abril de 2009

ORACIÓN DE UN DESOCUPADO (Juan Gelman, argentino)

Padre,
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.

Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello
por que no puedo más, tengo riñones
y soy un hombre,
bájate, qué han hecho
de tu criatura, Padre?
un animal furioso
que mastica la piedra de la calle?

sábado, 4 de abril de 2009

DIÁLOGO DE CHILE (Raúl Zurita, chileno)

Verás un mar de piedras
Verás margaritas en el mar
Verás un Dios de hambre
Verás el hambre
Verás figuras como flores
Verás un desierto
Verás el mar en el desierto
Verás tu odio
Verás un país de sed
Verás acantilados de agua
Verás nombres en fuga
Verás la sed
Verás amores en fuga
Verás el poco amor
Verás flores como piedras
Verás sus ojos en fuga
Verás cumbres
Verás margaritas en las cumbres
Verás un día blanco
Verás que se va
Verás no ver
Y llorarás

jueves, 19 de marzo de 2009

EL DOLOR (Amalia Bautista, española)

El dolor no humaniza, no ennoblece,

no nos hace mejores ni nos salva,

nada lo justifica ni lo anula.

El dolor no perdona ni inmuniza,

no fortalece o dulcifica el alma,

no crea nada y nada lo destruye.

El dolor siempre existe y siempre vuelve,

ninguno de sus actos es el último

y todos pueden ser definitivos.

El dolor más horrible siempre puede

ser más intenso aún y ser eterno.

Siempre va acompañado por el miedo

y los dos se alimentan uno a otro.

jueves, 12 de marzo de 2009

AMOR A LA FRANCESA (Issa Martínez Llongueras, mexicana)

Valsearemos al ritmo del champán,
flirteando en las efervescencias de su ámbar
líquido, disipándonos dentro de nuestras copas
de cristal cortado.
Intrincadas nuestras manos en le Pont des Arts,
derramaremos nuestro cuerpos en las estrellas
de mercurio que besan el Sena.
Permitiré que me hagas tuya
si me haces el amor en francés...
Vous fera font mon amour?

martes, 10 de marzo de 2009

TIEMPOS (Luis E. Prieto, español)

Es tiempo

de llorar mariposas

para que las mañanas no acumulen

más lágrimas en los cristales empañados por la niebla.



Tiempo de desbancar

esperanzas frustradas en las noches

que reverberan gritos de auxilio,

de definir

el final de los besos y de las risas,

de remover

el vacío que se estremece en los días.



No es tiempo aún

del suicidio de los ángeles

que han ido tropezando

en los interminables murallones de un río

que fluye pausado hacia la voz callada,

la palabra oculta,

la mirada triste.



Tiempo de amarillos y rojos

en la esperanza estéril,

de verdes sin camino,

de madrugadas que difuminan oscuros

desiertos y ojos sin mareas.



Tiempos en los que la desidia

sucumbe a la fe y al amor.

lunes, 2 de marzo de 2009

LA CATÓLICA (Xavier Oquendo Troncoso, ecuatoriano)

Cristóbal:
repite conmigo la oración castellana
y que en las grandes olas la oración se repita.
Que puedas llegar hasta el fondo de este mundo sin fondo,
que no tiene vértice y que parece un huevo sin retorno.
Espero tus especias: las esencias prometidas
y esa transparente complicidad
que conspira entre nosotros.
Las joyas se van contigo hasta donde el mar las haga flotar.
Son finas piedras. Cuida de su recuerdo,
como he cuidado yo de tu locura.
Ve hasta las Indias y conquista esas matas de aromas.
Tráelas hasta donde su majestad
pueda olfatearlas.
Y después, vuelve a repetir la oración castellana.
Yo te estaré esperando toda esta vida de especias,
toda esta muerte de esencias.

jueves, 12 de febrero de 2009

SOL DE PALABRAS MENORES Y MAYORES (Javier Bello, chileno)

ruido de fondo ante la mortalidad de los álamos

la niebla nos devora con su hospital tardío

con su boca pintada donde perros y trenes vagan sin sentido

las hogueras no mienten, el lenguaraz murmullo

del día que se estira para seguir hablando

la enfermedad pasea con patas afiladas

saliva por los parques, animal influyente

con los brazos abiertos, como un herido a bala

reconoce la espesa cerradura, bajo la cruz el filo

que mide la altitud del día con su muerte

el espécimen blanco en la torre de escombros

ejercicio vacío, roedor del espejo

NO DIRÉ QUE TE VEO (Alejandro Moreno Romero, español)

No diré que te veo
porque nadie te ha visto
y también mentiría si dijera
que te siento latir en mis entrañas
o bullir en mi sangre.

Pero una voz sin voz,
una dormida
campana de silencio
te anuncia, sin que pueda confirmarlo
la tozuda razón, engendradora
de prodigios y monstruos,
sin que pueda tampoco desmentirlo
el rumoroso orgullo.

Yo sé que estás ahí
-no digo dónde porque nadie lo sabe-
como sé que se acerca la mañana
cuando llega la brisa a despertarme.

Yo sé que estás ahí
como saben los niños que esa voz que no entienden
y esa caricia única
anuncian a la madre que ni a nombrar alcanzan.

Yo sé que estás ahí
-y no voy a ofenderte demostrándolo-
como un oscuro bálsamo sobre la piel del tiempo.

sábado, 7 de febrero de 2009

EL DESCANSO DEL GUERRERO (Carlos Ernesto García, salvadoreño)

Harto de todas las batallas
el guerrero tomó su espada
que hundió en la arena
y pensó:
Éste es un buen lugar
para la muerte.

Indiferente
cayó la tarde.
Nadie preguntó por el guerrero.
A nadie importó el lugar escogido
para el descanso.

Una tormenta de arena
se encargó de sepultarlo.
Abono no fue para la tierra
sino pasto para el desierto.

viernes, 6 de febrero de 2009

ARAÑAS (Gerardo Gambolini, argentino)

Mientras no se excedan de tamaño y de costumbres,
les permito habitar en las vigas del techo, la baulera del placard,
algunos rincones del baño, el espacio detrás de la heladera,
el área de las patas, debajo de la cama.

No me gustan particularmente, no me molestan.
Las uso para pensar en lo diverso y lo efímero.
A veces me cambia el humor y las mato
sin remordimiento. Mi espanto
no es de este mundo.

martes, 3 de febrero de 2009

PIE EN TIERRA (Nana Gutiérrez, chilena)

La eternidad

la

eternidad qué

me importa

a

mí la

eternidad!

Yo

quiero

Volar

en esta

realidad.

miércoles, 28 de enero de 2009

DRAGÓN (Rolando Gabrielli, chileno)

¿Eres mi guardián
o demonio?
Cara o cruz
de un mismo fuego
Yo me entrego
a tus lenguas
de sabiduría,
al fuego de tus ojos.
Sólo háblame.

domingo, 25 de enero de 2009

BANDIDO (Ricardo Sotillo, español)

Bandido
Bandido, tú no llores
Bandido, tú eres guapo
que sí, que tú eres bueno
Bandido, no llores, ven.
y Bandido la escuchaba
cansado, casi sin fuerzas.
Ella lo acariciaba, lo abrazaba
con toda la ternura del mundo.
Ella consoló sus últimas horas.
Bandido, tú no llores, le decía
tratando de darle aliento.
Y Bandido se marchó,
seguro que al cielo de los perros.
No lloró, era el perro guapo de mi niña
el perro bueno de mi niña.
Era su cahorro, Bandido.

INFANCIA (Alexander Zanches, panameño)

Cuando uno es niño
pobre
y vive en el campo
las latas de conservas son juguetes invaluables

una lta de tulip es un camión de carga
una lata de sardinas un buque con bandera gringa
- es decir inatacable -
y cualquier barranco brinda la topografía perfecta
para una complicadísima obra de ingeniería civil
en pocos minutos asciende al borde del abismo
una serpenteante carretera

¡pobres chiquillos curtidos por la imaginación
ojalá no salgan todos poetas!

de Crónicas de amor y desencanto: Ver el mar desde bien lejos del mar
es lo único que me redime esta noche
en que sólo junto al mar me es posible aceptar que vivo

la luna esta noche de mi alma es una lámpara apagada
aunque su resplandor me ilumine con la fuerza de 10.000 megavatios

y cómo no sentirme triste si la mujer que amo
no está conmigo ni yo con ella?
cómo no reconocer esta diminutez abismal
en que nos inmerge la toma de conciencia
de que no es en los altoparlantes donde habita la chispa
que nos hace danzar felices sino en la mirada alegre
del ser amado
y que nos invita al tránsito glorioso de la lengua por el fuego
al definitivo aldabonazo del beso

esta noche -digo- sólo junto al mar
es posible no morir de hastío o de sentirse solo
y luego qué importa el rumor acompasado de las olas
columpiándose en la espuma con tal de alcanzar la orilla
la orilla esa que tanto añoro de ti cada noche
esa salada extensión del mar en que sin barca
oso adentrarme desnudo como estoy de mí.

viernes, 9 de enero de 2009

EL REENCUENTRO DE CADA INSTANTE (Luis Arias Manzo, chileno)

Todos, de alguna manera nos reencontramos,
Aquí o allá; acá en mi lecho o allí en un bus,
No importa donde, pero nos reencontramos,
En una encrucijada, o en un jardín azul,
En el fondo del camino, o en una casualidad,
No importa el lugar, lo cierto es que ahí estás.
Y así, asimismo, lo inmenso deviene pequeño. Y,
El laberinto se vuelve un mapa de calles con nombres.

Todos, creyentes o no creyentes,
Pero de este lado, Opacos por la sed y el hambre,
Pero con la luz en la mirada,
Todos, en algún instante nos volvemos a cruzar.

Todos los de este lado, luchadores infatigables,
Guerreros de antaño y combatientes modernos,
Justos y equivocados, hombres de una causa,
Militantes del bien y del amor noble,
Caminantes, viajeros donadores de sonrisas,
Trovadores que reparten la esperanza,
Poetas que van por las calles oscuras aclarando el alma,
Todos, no importa dónde ni cómo, lo cierto es que ahí estás.

Todos, ateos y escépticos,
Pero de este lado,
Desteñidos por los latigazos del sol,
Pero de corazones coloridos,
Todos, en algún instante nos vemos en esta lucha de siglos.

Apaga tu dolor, porque no estamos solitarios en esto,
Ya somos muchos, ya se cuentan por millones,
Sométete al silencio y, escucha...
Contempla la luna, sólo, en la noche oscura,
Observa tranquilo aquella mirada y, perfórala.
Déjate llevar por el viento, como si fueras una hoja,
Busca el sueño en la noche. Así. Profundo,
Y ya verás, seguro que mañana me encontrarás.

martes, 6 de enero de 2009

SÓTANO (Armando Roa Vial, chileno)

De tanto jugar con el lenguaje
olvidé cerrar la puerta de la palabra sótano
y la noche se desbarrancó escaleras abajo
entre paredes que se ajaban en silencio
y estertores de relojes
y baúles polvorientos
y un vago tumulto de pensamientos muertos.
Todo se volvió subterráneo
hasta perder sus raíces en medio de la oscuridad.
Y entonces sentí que algo se despeñaba
en la profundidad devoradora de mi boca
hasta convertirse en forma sombría,
en opresión de tierra
y en proximidad de huesos.

sábado, 3 de enero de 2009

EL GALLINERO (Diego Maquieira, chileno)

Nos educaron para atrás padre
Bien preparados, sin imaginación
Y malos para la cama.
No nos quedó otra que sentar cabeza
Y ahora todas las cabezas
ocupan un asiento, de cerdo.

Nos metieron mucho Concilio de Trento
Mucho catecismo litúrgico
Y muchas manos a la obra, la misma
Qué en esos años
Repudiaba el orgasmo
Siendo que esta pasta
Era la única experiencia física
Que escapaba a la carne.

Y tanto le debíamos a los Reyes Católicos
Que acabamos con la tradición
Y nos quedamos sin sueños
Nos quedamos pegados
Pero bien constituidos;
Matrimonios bien constituidos
Familias bien constituidas.
Y así, entonces, nos hicimos grandes:
Aristocracia sin monarquía
Burguesía sin aristocracia
Clase media sin burguesía
Pobres sin clase media
Y pueblo sin revolución.

viernes, 2 de enero de 2009

DESPUÉS DEL SUEÑO (Jukka Koskelainen, findanlés)

No más tormentas de imagen: el mar está calmo y ya brilla
de acuerdo a las escrituras, el exilio acabará,
y esas palabras: Creamos el sentido
y lo sacamos de nuestra habitación interior,
y se desuelve en el horno cuando estalla el sol, dijo ella
cuando nos volvimos a la curva del río
- o lo hizo ella, despues de todo, comenzó a susurrar
mientras al viento maduraba con uñas de sal y algas.

Y ahora se hunden las colinas en el crepúsculo
a mil kilómetros,
las agujas de pino recortan el paisaje.
Nada se mueve, el aire se afina,
listo para la ruptura.