domingo, 22 de agosto de 2010

¿AIRE O TIERRA? (Cecilia Castillo, chilena)

Y si muero, antes de ser tuya

que canten las mariposas

y todos los pájaros callen,

que oscurezca más temprano

y que la frívola luna

palidezca vergonzosamente.

Y que vengas a mi entierro

con una lágrima en

tu cuaderno

y un paso, aunque triste

masculino y seguro.

Que abraces a mis amigos

y envíes una breve nota

a mis corresponsales.

Que pongas tú la tierra

en mi tumba

sin flores, sin llantos.

Pero, que no me digas

ningún adiós

pues habré de volver

a pagar mi deuda.

Y volveré en la forma

que tú prefieras:

como aire o agua,

tierra o fuego.

Para ser tuya

en fera(o)z abrazo

en abrazo tuyo

en tu abrazo.

jueves, 12 de agosto de 2010

CARTA A UNA EXTRANJERA IMAGINARIA (Porfirio Mamani Macedo, peruano)

Recojo estas palabras del silencio que me abrigan,
en tu ausencia ; hoy cuando camino
por los laberintos que habitan las ciudades.
¿Dónde estarás tú, extranjera, hoy cuando te escribo ?

¡Cómo no imaginarte, lejana y dulce ;
apasionada y triste, por las orillas de este río !
Allá estarás tú, en el extremo de la tierra,
esperando la voz, ésta que te busca entre las gentes.

No son sólo los mares los que dan reflejo
a tus cansado ojos, son también,
los espejismos que cubren los desiertos.
Siento que los vientos australes me alargan tu mira.

En tu mansa cabellera se pierde mi silencio,
hoy cuando llueve inquietudes en mi pecho,
hoy que llevo mi cara de triste caminante ;
mas por allá va una estrella buscando su destino.

Tan lejos están tus pasos de los míos,
tan lejos tu mirada de la mía,
tan fundida va la sombra en la sombra ;
pero los corazones, envueltos de esperanzas, borran inmensidades.

domingo, 1 de agosto de 2010

ARICA 2012 (Florencio Faúndez Saavedra, chileno)

Caerán las barreras de las fronteras
y los cielos se abrirán majestuosos
esperando que aparezcas radiante,
iluminada,
rodeada de aguas y frescos manantiales
con nuestros nombres de pila
colocados en los nuevos corredores
del territorio que esta vez
si llegarán lejos a Roma.
Los vecinos llenarán las calles
comentando nuestros secretos
de fin de semana.
El almacenero de enfrente
te ofertará comida china,
yogur, queso y pancito fresco.
El suplementero más ambicioso
tirará por debajo de la puerta
el nuevo valor cambiario del dólar.
el euro, el yen, el peso chileno
y las últimas disposiciones
con la nueva planificación de la urbe:
casas sin cielo
para acoger milagros.
La población continuará
con la aceptación ritual
de las momias de siempre
rellenando nuestras mentes
de encuentros cercanos,
chupa cabras, salidas de mar,
de madre, techos voladores
y la larga lista de inversionistas
que esperan por un cupo
casi imposible.
Tampoco te extrañará
que el tiempo esta vez
pronostique
que cientos de bombas
podrían caer ahora
sólo en objetivos militares
a unos cuántos metros de escuelas,
sin que las dañen, maten civiles
ni hagan desaparecer hospitales.
Menos desearás
guardar un día
por los que están muriendo
al recibir una carta.
Los sábados podrás aprovecharlos
lanzándote en la ancha cama de dos plazas
que luego estirará tu tía
protegiéndola de miradas blasfemas
en alguna feria de antigüedades.
Como tu miedo acostumbrado
a que salten por la reja de calle
los que perdieron su lugar y su silla
junto a los que quieren adueñarse
de techos y alturas
agarrando el mejor vuelo
que les ofrecen cada día
a los ariqueños
con todos nuestros esfuerzos
de poderlos sujetar
de un pie, una mano o la cola
mientras se pueda.